1.
CONTEXTUALIZACIÓN, LOCALIZACIÓN O ADECUACIÓN
La rima que vamos a analizar a continuación proviene de las famosas Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer, el
poeta romántico nacido en Sevilla en el año 1836 y fallecido en Madrid en 1870.
Se trata de un texto literario del género lírico o poético, tal y como se
caracteriza por su disposición en versos, su rima y su lenguaje poético,
plagado de recursos retóricos o figuras literarias. La corriente literaria a la
que pertenece es el Romanticismo.
Comenzaremos contextualizando el movimiento romántico, que, como sabemos,
tiene lugar a lo largo del siglo XIX en toda Europa y en nuestro país. En
Europa, el Romanticismo (1820-1850) fue una continuación del Prerromanticismo
del siglo XVIII. En España, debido al régimen absolutista de Fernando VII, fue
más tardío: 1833-1850.
El Romanticismo fue un movimiento revolucionario que exalta la libertad y
los sentimientos en todos los aspectos de la vida: sociedad, política, moral…
En las artes, este canto a la libertad se manifestó como una ruptura con el
Neoclasicismo. En cuanto a la figura del romántico, el hombre y la mujer
románticos no se integraban en la sociedad burguesa, ya que la consideran aburrida,
materialista y conservadora. Estos son rebeldes ante cualquier tipo de norma y
ley, individualistas, y se creen con una sensibilidad superior a la de los
demás para percibir el misterio que encierra la vida (exaltación del yo). Son
idealistas porque persiguen la belleza y la libertad absolutas. Pero, como no
pueden alcanzar sus ideales, se frustran, se vuelven pesimistas y se aíslan en
su soledad interior o se evaden de lo que les rodea.
Sobre el autor de este poema, Gustavo Adolfo Bécquer, aunque murió siendo un autor sin fama en su época (en el año 1870 solo
había publicado catorce rimas dispersas en periódicos y revistas), actualmente
es reconocido como el gran poeta de su tiempo por sus Rimas en verso y sus Leyendas
en prosa. No obstante, en su corta vida Bécquer escribió incansablemente y
dedicó buena parte de su tiempo al periodismo, que le permitió ir subsistiendo.
Las Rimas fueron publicadas
póstumamente por sus amigos en sus Obras
completas, en 1871, y pronto alcanzaron el reconocimiento del público y la
crítica. Cuando las publicaron, las ordenaron en torno a cuatro temas: la
poesía y la creación poética (rimas I-XI), el amor esperanzado (rimas XII-
XXIX), el fracaso amoroso y el desengaño (rimas XXX- LI) y, por último, la angustia,
la soledad y la muerte (rimas XLL- LXXVIII). Esta organización, al margen del
orden cronológico en que fueron escritas, crea una especie de biografía
ficticia que no refleja la vida y evolución del poeta, sino que presenta una
única historia que va desde el descubrimiento del amor al desengaño, de la
exaltación a la angustia, y que recoge los temas esenciales de su poesía.
2.
TEMA
La Rima XXIX es, según la
clasificación temática, la última rima con el tema de amor idealizado o amor
romántico. Efectivamente, en ella vemos cómo el poeta lee junto a su amada la
obra Infierno del poeta Dante, lo que
provoca que acaben besándose. La lectura común de un libro por parte de una
pareja de enamorados es un motivo de claras vinculaciones eróticas, bastante
recurrente en la literatura.
Para Bécquer, y para los románticos en general, la poesía existe al
margen del poeta y del poema. Está presente en la naturaleza, en los
sentimientos y, sobre todo, en las vagas sensaciones del poeta, formando un
espacio misterioso.
3.
ESTRUCTURA
La rima se compone de veintiséis versos, repartidos en tres estrofas.
Se divide además en tres partes. En la primera estrofa (verso 1 a verso
8) es la descripción de la situación en la que el poeta y su amada hojean un
libro. Del verso 9 al 19, momento en el que se besan. Del verso 20 al 26 es la
conclusión del poema, separada de las otras estrofas por unos puntos
suspensivos. Después del momento de éxtasis poético, el poeta le pregunta a su
amada sobre su lectura, aunque metafóricamente se refiere a los sentimientos de
ambos.
4.
ANÁLISIS DE LA FORMA PARTIENDO DEL CONTENIDO
El análisis de la forma del texto la podemos relacionar con el contenido,
esto es, con el tema de la rima, su métrica, sus figuras literarias… Analizamos
la forma del texto en los distintos planos de la lengua: fónico,
morfosintáctico, léxico-semántico, estilístico y textual.
·
Aspectos
fónicos: En este apartado vamos a la analizar la rima, la métrica, la división
en versos y estrofas del poema.
La musicalidad becqueriana procede de factores muy
variados, como la métrica, la estructura, la modalidad oracional y las
imágenes. Como en las canciones tradicionales, hay un ritmo que se basa en la
combinación de versos largos y breves y los estribillos.
Esta rima
se compone de veintiséis versos libres (es decir, versos que no tienen ni rima
ni métrica regular), ordenados en tres estrofas. Aun así, podemos considerar
que existe una rima asonante en los versos pares (abierto, negros, creo). Su métrica sigue el siguiente
esquema: octosílabos (ocho sílabas) y pentasílabos (cinco sílabas):
Sobre la
falda tenía (8 sílabas)
El libro
abierto (5 sílabas)
En mi
mejilla tocaban (8 sílabas)
Sus rizos
negros (5 sílabas)
·
Aspectos
léxico-semánticos: en este caso vamos a observar qué campo semántico
predomina en el texto, y es el campo de las partes del cuerpo: mejilla, rizos, mirábamos, labio, ojos,
a través de los cuales el poeta describe no solo a la amada, sino también la
situación erótica de ambos. También encontramos el campo semántico de la
lectura: libro abierto, letras, Dante,
poema, verso, ya que la lectura entre ambos de un libro es el momento, el
pretexto del beso.
·
Aspectos
estilísticos:
Los
aspectos estilísticos se refieren al tipo de figuras literarias que aparecen en
el texto. En este caso, debemos tener en cuenta que Bécquer identifica la
poesía con la naturalidad y la suave musicalidad, por ello la desnuda de
adornos innecesarios y crea una nueva musicalidad. Así, sus rimas contienen
unos pocos recursos constantes que conforman su estilo, caracterizado por la
sencillez expresiva y la musicalidad vinculada a la lírica tradicional.
Entre las
figuras retóricas más importantes podemos destacar: anáfora (repetición de
palabras al principio de varios versos): “Solo sé que no se oía… Solo sé que
nos volvimos…”; polisíndeton (repetición de la conjunción y): “y nuestros ojos
se hallaron, / y sonó un beso”. Estos recursos de repetición hacen que el ritmo
del poema sea más lento, pausado, como la situación que están viviendo los
enamorados, además de aportarle musicalidad.
También
encontramos varias personificaciones focalizadas en las partes de los cuerpos de
ambos: “en mi mejilla tocaban / sus rizos negros”; “el aliento, que apresurado
escapaba del labio seco” (en este verso también hay un ejemplo de hipérbaton,
una figura retórica que consiste en cambiar el orden lógico de las palabras en
la oración); “y nuestros ojos se hallaron”.
Por
último, observamos una metáfora en: “¿Comprendes ya que un poema cabe en un
verso?” A lo que el poeta se está refiriendo no es al poema, sino al amor de
ambos, que ha quedado sellado con un beso: el poema sería el amor y el verso
sería el beso final.
5. CONCLUSIÓN Y SÍNTESIS
Una vez realizado el
comentario de esta obra, podemos llegar a una conclusión y valoración
basándonos en lo que hemos analizado.
Como hemos visto,
cuando Bécquer murió, era un poeta prácticamente desconocido. Sin embargo, hoy
se le considera el mejor de su época, pues no solo es el que tuvo mayor
influencia en la lírica posterior, sino que cuenta con infinidad de lectores de
todo tipo. ¿Qué tiene su obra para lograr la fortuna de gustar tanto a un público
mayoritario como a los especialistas? A favor de su poesía juega un tono de
autenticidad de los sentimientos, unido a la sencillez propia de la canción
tradicional. En otras palabras, las emociones se comunican con total
naturalidad, en un tono intimista, casi en un diálogo con el lector. Las
figuras retóricas no oscurecen el mensaje, sino que lo resaltan y potencian. Un
mensaje, el de Bécquer, que al fin y al cabo nos recuerda a las preocupaciones
básicas del ser humano, por lo que ninguno de nosotros se queda indiferente
ante la lectura de las Rimas.
Como queda demostrado en este vídeo,
a todo el mundo le gustan las Rimas de Bécquer
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